Río Gallegos bajo el manto de la escarcha: desafíos y operativos ante la intensa ola polar

La capital de Santa Cruz, Río Gallegos, enfrenta un desafío invernal implacable que pone en riesgo la seguridad de sus habitantes: la acumulación de escarcha en las veredas. Este fenómeno, típico de las frías mañanas patagónicas, ha transformado la rutina diaria en una verdadera odisea, complicando el simple acto de ir a trabajar, llevar a los niños a la escuela o realizar las compras necesarias.

Este viernes, las previsiones meteorológicas advierten mínimas entre 4 y 9 grados bajo cero, dependiendo de la zona, exacerbando aún más la situación. Según las normativas locales, los propietarios de viviendas y comercios tienen la responsabilidad de mantener libres de nieve las veredas frente a sus propiedades.

La escarcha no solo dificulta el tránsito peatonal, sino que también afecta a los vehículos estacionados, prolongando el tiempo necesario para prepararlos antes de moverlos. Además, el riesgo de resbalones y caídas ha aumentado considerablemente, especialmente entre los adultos mayores, quienes enfrentan un peligro adicional debido a las condiciones resbaladizas.

El intenso frío persistente en las calles de Río Gallegos no da tregua, recordando a todos la fuerza implacable del invierno patagónico y la necesidad de extremar precauciones para garantizar la seguridad y la movilidad en la ciudad.