Un reciente estudio realizado por el Health Effects Institute (HEI) y el Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) revela que la contaminación del aire se ha convertido en el segundo riesgo de muerte más alto en el mundo, solo superado por la hipertensión arterial. Este informe, titulado "Estado del aire global", se basa en datos del estudio "Carga global de enfermedad", el cual involucró a más de 10.000 investigadores de todo el planeta y fue llevado a cabo a comienzos de este año.

En 2022, los científicos determinaron que la contaminación del aire fue responsable de 6.700.000 muertes en 2019, lo que representa un incremento de más del 20% en la mortalidad global. Las partículas PM2.5, que tienen un diámetro inferior a los 2.5 micrómetros, son especialmente peligrosas ya que pueden ser inhaladas fácilmente, afectando gravemente a las vías respiratorias. El informe también destaca la vulnerabilidad de los niños menores de 5 años, quienes inhalan más aire por kilogramo de peso corporal y, por ende, absorben más contaminantes en comparación con los adultos. La exposición a estos contaminantes está relacionada con enfermedades como la neumonía y el asma, que son las principales causas de muerte infantil en el mundo.

Los científicos insisten en la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar este preocupante fenómeno. La contaminación del aire no solo impacta en la salud de las personas, sino que también ejerce una gran presión sobre los sistemas de salud, las economías y las sociedades a nivel global.