El debate sobre la reinstauración del Impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, impulsado por el oficialismo a pesar de haber sido rechazado por el Senado, ha generado tensiones significativas en la Cámara de Diputados. Los gobernadores patagónicos se oponen firmemente a este proyecto, alegando que afectará negativamente a los trabajadores de sus regiones, donde los salarios son más altos debido al costo de vida elevado, y la representatividad de los sindicatos petroleros y energéticos es considerable.

En contraste, algunos gobernadores del norte, alineados con el gobierno de Javier Milei, apoyan la reinstalación del tributo, argumentando que su eliminación, promovida por el exministro de Economía Sergio Massa, perjudicó las finanzas locales. Estas posturas contrapuestas han creado una nueva grieta entre los mandatarios provinciales, evidenciada en la votación del Senado, donde los legisladores de Santa Cruz, Chubut, Río Negro, La Pampa y Tierra del Fuego votaron en contra, mientras que solo Lucila Crexell de Neuquén apoyó el proyecto.

El vicegobernador de Chubut, Gustavo Menna, ha subrayado que según el artículo 81 de la Constitución, un proyecto rechazado por una de las cámaras no puede ser tratado nuevamente en el mismo año parlamentario, cuestionando la legalidad del intento de la Cámara de Diputados de insistir en la sanción del proyecto. Esta controversia amenaza con complicar aún más el ya tenso debate legislativo.