Actualidad I24 31 de mayo de 2024

Femicidio de Candela Rodríguez: queda firme la condena perpetua de Leonardo Jara

En un fallo decisivo, la Corte Suprema de Justicia ratificó la condena a prisión perpetua de Leonardo Daniel Jara Navarrete por el secuestro y femicidio de Candela Rodríguez, la niña de 11 años que desapareció el 22 de agosto de 2011 en Hurlingham, mientras se dirigía a encontrarse con unas amigas.

El máximo tribunal desestimó el último recurso presentado por la defensa de Jara para anular la sentencia, dándolo por “desistido”, según reportó la agencia Noticias Argentinas (NA). Jara había sido condenado en 2017 por el Tribunal Oral en lo Criminal 3 de Morón, junto a Hugo Elbio Bermúdez, como coautores del delito de “privación ilegal de la libertad coactiva seguida de muerte”. En el mismo juicio, Gabriel Fabián Gómez fue sentenciado a cuatro años de prisión como “partícipe secundario” del hecho. Estas penas fueron ratificadas por el Tribunal de Casación Penal bonaerense en junio de 2020.

Ante la ratificación de las penas por el Tribunal de Casación, la defensa de Jara recurrió en “queja” ante la Corte Suprema federal. Sin embargo, el 26 de abril, Jara presentó un escrito manifestando su intención de desistir del recurso, el cual fue finalmente rechazado por la Corte.

En marzo de 2024, se inició un segundo juicio contra Miguel Ángel "Mameluco" Villalba, acusado como autor intelectual del femicidio. Villalba ya cumple una condena de 27 años de cárcel por causas relacionadas con el narcotráfico en la villa 9 de Julio de San Martín. Junto a él, fueron acusados el ex policía bonaerense Sergio Fabián Chazarreta, el informante de las fuerzas de seguridad Héctor Horacio "Topo" Moreira y el carpintero Néstor Ramón Altamirano, todos en calidad de "coautores". Sin embargo, en mayo, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 6 de Morón, integrado por los jueces Alejandro Omar Rodríguez Rey, Cristian Adrián Toto y Mariana Maldonado, decidió absolver a todos los acusados.

Carola Labrador, madre de Candela Rodríguez, renunció a la acusación y a la querella en el segundo juicio. Labrador criticó duramente a los fiscales Marcelo Tabolaro y Mario Ferrario, acusándolos de estar más interesados en probar una oscura hipótesis que en descubrir la verdad. En su declaración, Labrador señaló que la actitud inquisidora y las sospechas echadas sobre su familia habían sido actos canallescos que solo soportaron para no demorar el proceso de justicia. Denunció también que el Ministerio Público había llevado a cabo una investigación ineficaz y que, en su búsqueda de intereses siniestros, incluso había falseado pruebas.