Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres), el temblor tuvo una magnitud de 4,8 grados en la escala de Richter.

Inicialmente, se informó que el epicentro se encontraba en la provincia vecina de San Juan, con un movimiento telúrico de 4,5 grados a las 21:32, apenas un minuto antes del evento en Mendoza. Sin embargo, investigaciones posteriores confirmaron que el epicentro real se ubicaba en el Valle de Uco, a una profundidad de apenas 10 kilómetros bajo tierra.

El impacto del sismo se sintió con fuerza a lo largo de la región, situándose a 64 kilómetros al sureste de la Ciudad de Mendoza y 35 kilómetros al sur de San Martín. Apenas 13 minutos después del temblor inicial, a las 21:46, se registró otro sismo en el Valle de Uco, aunque esta vez con una magnitud menor de 3 grados.

El fenómeno también se manifestó en San Juan, con un temblor moderado de 4,5 grados en la escala de Richter, ocurrido apenas un minuto antes del evento principal en Mendoza. Este sismo en San Juan tuvo una profundidad mucho mayor, alcanzando los 117 kilómetros bajo la superficie.

Durante algunos momentos, hubo confusión respecto a qué sismo había sido sentido en Mendoza, hasta que el Inpres esclareció que el evento que realmente percibieron los mendocinos tuvo lugar en el Valle de Uco.

Afortunadamente, no se reportaron daños graves ni víctimas como resultado de estos movimientos telúricos.