La deuda que mantiene el Banco Central (BCRA) con los importadores ha superado los US$10.000 millones, equivalente a todas las compras de divisas realizadas por la autoridad monetaria desde diciembre hasta marzo. 

Según estimaciones privadas, la diferencia entre el total de importaciones realizadas entre diciembre y marzo y los pagos efectuados en el mercado único de cambios en el mismo período arroja una deuda pendiente de US$11.180 millones. Este monto expone la fragilidad del proceso de acumulación de reservas, ya que coincide con el saldo comprador del BCRA en el mismo período.

Si bien el BCRA ha mejorado las compras de dólares en el mercado, las importaciones se han mantenido en etapa devengada, es decir, se han asumido compromisos de pago que aún no se han saldado en su totalidad. Este desfase se atribuye en parte a la menor demanda asociada a la baja actividad económica y al acceso limitado al mercado oficial por parte de los importadores.

El Gobierno ha diseñado soluciones como el Bopreal, un bono en dólares emitido por el BCRA, para dar respuesta a los pasivos comerciales acumulados durante la gestión anterior. Sin embargo, estas medidas también implican una pérdida de reservas futuras para la autoridad monetaria, que deberá pagar los bonos en dólares al vencimiento.