Los pequeños comercios de cercanía en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense enfrentan una situación crítica debido al aumento desproporcionado de las tarifas de servicios públicos. Kiosqueros, almaceneros y panaderos alertan sobre la imposibilidad de afrontar los gastos y temen por el cierre masivo de locales.

En lo que va del año, 60 panaderías bonaerenses han cerrado sus puertas, y la situación se agrava con cada factura que llega a los comerciantes. Las boletas de luz que superan los $350.000 y los aumentos del gas natural, que rondan el 600%, representan una carga insostenible para estos negocios.

Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires, describe el ajuste tarifario como "agresivo" y señala que muchos comerciantes han recibido facturas que superan los $400.000. La inflación elevada y la pérdida de poder adquisitivo del salario han llevado a una caída del 22,1% en las ventas minoristas pyme en el primer trimestre del año.

Los kiosqueros también están en alerta, anticipando el cierre de varios locales entre junio y julio debido al aumento "excesivo" en las boletas de luz, que incluso superan el monto del alquiler de un comercio. Algunos comerciantes han optado por desconectar heladeras y freezers en invierno como medida de ahorro.

La situación es igualmente preocupante para los panaderos, que enfrentan aumentos en los insumos y una fuerte caída en las ventas. El consumo de pan ha disminuido un 45% en lo que va del año, y 160 panaderías han cerrado en ese lapso, siendo 60 de ellas del Gran Buenos Aires.

Ante este panorama desolador, los comerciantes solicitan una respuesta urgente de las autoridades. A pesar de los reclamos, hasta el momento no han sido convocados a reuniones con funcionarios para abordar esta crisis que amenaza con llevar al cierre masivo de pequeños comercios en la región.

Fuente: TN.