El Presidente Javier Milei participó del Foro Llao Llao donde habló más de una hora y no hubo espacio para preguntas, a diferencia de lo que sucedió el año pasado.

En al menos cuatro momentos del discurso fue interrumpido con aplausos: cuando habló del “valor del capital privado”, cuando mencionó que era “necesario bajar impuestos”, cuando dijo que había que “fomentar el emprendedorismo” y cuando los arengó: “Los que tienen el poder de sacar a la Argentina adelante, cambiando el futuro y creando riqueza, son los empresarios y los emprendedores, no un político”.

Antes de finalizar, el Presidente volvió a hacer una arenga. “Muchachos, en algún momento van a tener que invertir, van a tener que poner las pelotas (sic), para que se abran las aguas y seamos libres. Viva la libertad, carajo”, dijo.

Los empresarios lo volvieron a aplaudir y el Presidente bajó del escenario para saludar a cada uno. Primero abrazó a Guibert Englebienne, uno de los fundadores de Globant, y luego al secretario de Estado, Manuel Adorni, y a su hermana y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, que viajaron con él junto con el asesor económico Demian Reidel. También se fundió en un abrazo con Eduardo y Daniel Elsztain, los anfitriones del foro y dueños de IRSA, con Marcos Galperin, fundador de Mercado Libre, y con Nicolás Grosman, cofundador y CEO de Tecnovax, el laboratorio que prometió importar la vacuna antiaftosa a mitad de precio de lo que se vende en el país.

En primera fila se había sentado también Roberto Sallouti, CEO de BTG Pascual, el banco más grande de la región, que había hecho una exposición previo al Presidente junto con Galperin. El economista brasileño le dijo: “Vas a iniciar el camino para toda América Latina”, mientras le palmeaba la espalda en señal de apoyo.

Al finalizar, se sacaron una foto con Milei en otra muestra de apoyo frente a las escaleras del salón Bustillo.

El Presidente dijo que se están “generando las condiciones para que Argentina vuelva a crecer”, tras haber heredado una de “las peores crisis de la historia”, y aseguró que el único defecto que tienen la Ley de Bases y el DNU es que ambas herramientas van “contra los curros de los políticos”.