El consumo de carne vacuna en Argentina registró una caída significativa durante marzo, alcanzando un promedio de 42,6 kilos por habitante al año, según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Esta cifra representa una disminución del 18,5% en comparación con el mismo período del año anterior, marcando el peor primer trimestre en la historia en cuanto al consumo de carne bovina.

Miguel Schiariti, titular de CICCRA, atribuyó esta situación al deterioro del poder adquisitivo de los salarios, a pesar de que el precio de la carne no ha seguido el ritmo inflacionario del 2024. Además, señaló que el año pasado, debido a la sequía, hubo un adelanto en las ventas de animales, lo que resultó en un aumento en el sacrificio de animales durante el primer trimestre.

El informe también reveló que la faena de marzo de 2024 disminuyó un 13,3% en comparación con marzo de 2023. Schiariti detalló que el precio del asado se mantiene entre los $5500 y $7500 por kilo, valores similares a los de finales del año pasado, lo que indica una caída real en términos de inflación que superó el 50% en el primer trimestre del año. A pesar de la situación, el titular de CICCRA consideró que el precio de la carne podría permanecer estable si las condiciones económicas no empeoran.