Esta medida de fuerza, que afecta a numerosas líneas de colectivos, ha generado incertidumbre y demoras para miles de pasajeros que dependen del transporte público para llegar a sus destinos diarios.

La decisión de realizar el paro había sido anticipada por el gremio en medio de negociaciones con el Gobierno y las cámaras de transporte sobre el conflicto salarial con los choferes. La UTA exige que se incorpore al sueldo básico de marzo el bono de $250,000 que se pagó en febrero, lo que elevaría el salario total a $987,000.

Sin embargo, las cámaras de transporte argumentan que no cuentan con los fondos suficientes para pagar este aumento salarial, lo que ha llevado al estancamiento de las negociaciones. A pesar de que se realizó una reunión entre las partes, no se logró llegar a un acuerdo, lo que ha generado incertidumbre sobre la prestación del servicio de transporte público.

La Secretaría de Trabajo convocó a una nueva audiencia entre las partes para el próximo lunes 15 de abril, pero mientras tanto, la situación sigue sin resolverse y los trabajadores de la UTA han optado por realizar el paro en protesta por la falta de acuerdo salarial.

Las empresas han dejado claro que, según el salario homologado para febrero de $737,000, no adeudan ningún salario adicional y que aquellos que decidan no trabajar no recibirán su salario completo. Esta postura ha aumentado la incertidumbre sobre la continuidad del paro y la prestación del servicio de transporte en los próximos días.